sábado, 28 de mayo de 2011

La corriente del artista

Me confesaba una amiga de los problemas de su amante para entender sus propios sentimientos...

Y es que su amante es artista, y como artista (confesé yo) es un ser extraño, inclasificable, incomprensible y problemático; cualidades todas ellas imprescindibles para ejercer honrosamente en el mundo del arte.
A ella tal explicación le trae al pairo, por supuesto, porque lo que verdaderamente desea es que el tipo la haga feliz. Pero si el tipo en cuestión no sabe lo que quiere, no comprende lo que siente o, peor aún, desconoce los significados de las preguntas... ¿Cómo va a comprometer una respuesta?

¿Si no sabes lo que estás buscando, cómo demonios vas a encontrar nada?

Dijo Pablo Ruíz aquello de "yo no busco, encuentro", aludiendo (seguramente) a la inmediatez creativa, a la impronta visual, a la manera en que la composición conquista al ser humano y lo pospone, lo anula, lo convierte en instrumento. A eso se refería o a otra cosa, quien sabe, porque el tipo era artista y de los grandes...

Y es que las búsquedas humanas son las definiciones de nuestras almas, nuestros recorridos internos, nuestros procesos. La búsqueda somos nosotros. A cada paso, en cada camino, acompañando a la brújula palpitando en el pecho. El resorte es sencillo, marca la pauta y asienta el tiempo.

Mi amiga sabía todo esto mucho antes de conocer a su amante. Le advertí, se lo mostré. Pero la tentación de caer en brazos de un artista es demasiado irresistible. El arte huele a densidad ensoñativa, a ingenio espeso y cerebro estimulado. Emana sustancias con partículas vehementes y vapores de carácter, vibra en la proximidad, explota al tocarlo. ¿Quién no querría poseerlo, retenerlo, devorarlo?

¿Quién puede esclavizar a un artista?

Buscábamos preguntas sensatas... ¿Quieres respuestas cristalinas? El artista es esclavo de sus sueños, y se pasa la vida peleándose con el destino para arrancárselos.

Mira a tu amante. Observa cómo, cuánto anhela aquello que imagina tan nítidamente. Lo ama profundamente y sólo ama eso que sueña. ¿Lo amas tú?

Entonces... Que sueñe contigo, entra en su cabeza y comparte su locura; diseña, pinta, maneja sus manos, esboza sus ideas con ayuda de sus dedos. Forma parte de su obra, abandónate y entrégate para siempre a esa incierta utopía. Cede tus prioridades y regala tu alma... Así lo tendrás, así te pertenecerá; transformándote en su puente de salvación, su ángel de la guarda.

¿Que por qué lo digo? ¿Soportarás el secreto?

El artista no ama a sus congéneres... Sólo los necesita.

viernes, 20 de mayo de 2011

Disturb me

Entre supervivencias anda el juego. Hace tiempo que me dedico a otros menesteres productivos (supuestamente) y he dejado de escribir, con el consiguiente agarrotamiento de los miembros... Se pierde, se pierde capacidad, reflejos, iniciativa... ¿Imaginación?

¿Se pierde la imaginación?

La imaginación, según la red, es "un proceso superior que permite al individuo manipular información generada intrínsecamente con el fin de crear una representación percibida por los sentidos de la mente. «Intrínsecamente generada» significa que la información se ha formado dentro del organismo en ausencia de estímulos del ambiente".

















Según esta definición la imaginación es un proceso particular, individual y dependiente únicamente de nosotros mismos; es nuestro hij@. Pero como cualquier hijo se alimenta de las experiencias anteriores y de la memoria, cuyos almacenes se rellenan a base de vivir las historias que nos proporciona la vida. Podemos aceptar que la calidad de las vivencias es altamente subjetiva, pero... ¿Lo es también la frecuencia de los sueños?

¿Cuántas veces sueñas al día?

La fantasía es la facultad humana que permite reproducir, por medio de imágenes mentales, cosas pasadas o representar sucesos que no pertenecen al ámbito de la realidad. Estos sucesos pueden ser posibles o irrealizables.

Parece obvio pensar que la imaginación, entendida como proceso idiosincrásico, no sufre daños, pero si consideramos un descenso en la frecuencia de las fantasías entonces sí que podemos reconocer que la calidad del producto imaginado se verá afectada a largo plazo así como la facilidad operativa del mismo, influyendo negativamente en la satisfacción individual del sujeto y dificultando su regeneración.


Me lo imaginaba...


Los sueños se alimentan de sueños.